Caóticas razones, dignas y compulsivas, me da la vida para amarle
Perfectamente imperfecta es mi condición humana pero ansiosamente loca sigo inventando razones, abominables razones para vivir y saborearme cada error, cada emoción, cada desafío.
Insensata y subjetiva me perdí en la utopía, sembré expectativas y coseché experiencias, ingratas y perversas que asumí, que me dieron preceptos para seguir avanzando y construir mi puente de aquí a la luna.
Volátil sueño, con los ojos abiertos mientras decido no tomarme tan enserio a mí misma, y así, el arquitecto universal me observa, mientras sus manos sabias e incesantes siguen trazando el plano en el que construiremos cada segundo. Descarto toda hipótesis de cómo vivir y sigo construyendo momentos, grandes momentos que dignifican mis pasos y así, voy explorando a la poética y misteriosa vida.
Y entre más camino, más gozo y comprendo que estoy hecha de la esencia divina, sin embargo, sigo preguntando quién soy, tal vez nunca lo sepa…
¡Vaya acertijo Arquitecto!
Olé!
Soy tu fans!
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