Me siento lista para tomar una radiografía de lo que ahora soy. He pegado los trozos del espejo y luce singularmente espléndido, listo para que te reflejes en él.
Abrir el alma puerta a puerta para que entres, eso haré, quizás ya vivas aquí aún a kilómetros de mí, no tiempo, no espacio, parte de mi todo.
Son meses de entrenamiento y así, aprendí a caer, aprendí a liberar la nostalgia y redescubrí una mejor versión de mí sin importar las vicisitudes del trayecto, desde mi postura del águila supe cuán alto se puede llegar, con una vinyasa entendí que se puede saludar al sol aún en una noche oscura, parada de cabeza me convencí de que aún con todo al revés se puede conseguir equilibrio, mediante mi ásana del guerrero libré batallas internas y parada de manos supe que de verdad le tengo pánico al miedo y que lo más delicioso de emprender un viaje es saborear cada paso, ¿qué más da caer si también es un arte saber hacerlo?.
Mi hoja blanca se complace en ser portadora de buenas noticias, porque ella es testigo de lo sinuoso que fue emprender el viaje desde que sollocé al salir del cálido rincón de esa gladiadora que fue mi vehículo de llegada aquí y ahora.
Cada día solitario, transitante y efímero me trae azar y circunstancias que con sus haberes y teneres me han permitido crear un monopolio de magia, hechizante como la diosa luna color plata, y yo, silenciosa encuentro formas y más formas de honrar lo que me habita y es que dentro de estos kilos de huesos disfrazados de mí, hay un ser intangible que brilla en medio del éter.
Lo elemental… eso me rige y cómo lo reflejé en un estado pasado, Yoga hoy para mí es cuando me reconozco humana, vulnerable, sumida en mi imperfección perfecta, apegada, producto no terminado, pero en la misma medida amorosa, dispuesta, espontanea, paciente, con el corazón abierto en constante gratitud y en encuentro permanente con la magia. Yoga es para mí, el medio y el fin para llegar conmigo y agregaría que, simultáneamente para llegar a ti, porque tú eres yo y yo soy tú.
En mi vida había visto un cielo como este aún nublado…. ¿será que nunca había estado tan atenta?. Desde que la noche es noche con o sin estrellas es reveladora, tan letárgica como feliz, siempre adaptándose a lo que quiero, vistiéndose de aflicción, romanticismo, nostalgia o fiesta, ¿no es hermosa?, ¿será que esta noche es también mi espejo?… quizás, pues no somos más que el reflejo del universo mismo.
Mi radiografía de hoy, se consume en la hoguera de mí… complacida por supuesto y honrada por vivir una noche más.
Simplemente perfecto y muy inspirador Ananda eres un ser increible. NAMASKAR
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Te adoroooo
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