De abrazar la sombra…


1136431_orig

Son ya una serie de semanas oscuras, semanas donde mi sombra descarada pasea por todos mis escenarios, me confronta en cada contexto proyectándose  laxa, acechándome sin piedad.

Esta entrada quiero que sea brutalmente honesta, no se trata de aparentar, sino de compartir sin máscaras, desde mi vulnerabilidad, es incluso mi sombra quien escribe jugando a ser yo.

“Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”, decía Jung.

No basta con un mundo interior y una vida comprometida para aplacar la sombra, para hacer consciente lo inconsciente, realmente la confrontación con nuestra sombra puede ser lacerante y profundamente dolorosa, relaciones que creíamos reales y fuertes se resquebrajan, perdemos absolutamente el control que creíamos tener sobre nosotros mismos, dejamos de ser ese dechado de virtudes para convertirnos en esa caja de pandora abierta y redescubrir dolores de antaño y sentirnos total y absolutamente vulnerables, oscuros, inclusive un poco muertos entrando en situaciones que en mi caso fuerzas desconocidas han emergido en mi sacudiendo intensamente a esa imagen mía a la que estaba acostumbrada y que sin duda no me gusta mirar hoy en el espejo; Es tremendo observar cómo ese balance que creía tener se desvaneció en medio de la furia y la tristeza, cómo mi lado brujil a momentos me ha dominado y me ha llevado a mi capa más densa.

Bueno, en realidad ese es el escenario de hace algunas semanas y hasta hace apenas unos días, este viaje oscuro que me ha llevado por vías de miedo, ambivalencia y desconexión. ¿Por qué te lo cuento?, porque el tener una práctica espiritual como la que tengo no me hace inmune, porque a veces las personas que nos rodean se generan innumerables expectativas y justamente ese es el error: esforzarnos por sentir y hacer cosas que no queremos por complacer en lugar de abrazar nuestra sombra un ratito.

Hoy estoy dispuesta a que la madeja de mi vida se desenrede y me permita ver más de mí, iluminar mis rincones de cochambre y honrar esa negrura mágica, esa oscuridad que es oro molido. Me ha sido muy útil no pretender justificarme y comportarme como el ser más insolente del universo porque mi alma está redireccionando mi energía hacia un mejor lugar. También me ha sido útil no leer mucho buscando respuestas, porque también sé que esas habitan en mí y más que información necesito práctica profunda y no, no quiero hoy identificarme con la mujer buena y dulce porque no soy solo eso, esas cualidades que he visto reforzadas sistemáticamente sé que están ahí y que son parte de mi esencia es verdad, pero también está mi imperfección y mis oscuridad, mis tareas álmicas y lecciones a trascender.

Sin duda hay mucho por sublimar y trabajo que ofrendar y que la aceptación incondicional ante lo que hoy pienso, siento y deseo es elemental para dar ese salto cuántico, no jugar a perdonar al otro porque al final el de enfrente está revelando algo, está ayudando a sacar un esqueleto del ropero, o ¿por qué no?… está saldando una deuda de otra vida.

Abrazar la sombra va de recuperar nuestro poder, de arrancárselo de las manos al otro a quien se la cedimos, porque cuando confiamos y queremos o amamos cedemos parte de nosotros y quizás tantas veces (la mayor parte) es un tema de administración de expectativas, pero… ¿quién no se genera expectativas?, las expectativas son humanas, confiar es natural y parte de nuestra evolución consciencial, sino nos generáramos expectativas no viviríamos en este plano.

La verdad es que últimamente me he regodeado en equivocarme aunque ha sido doloroso, he gozado no ser lo que se espera de mí, me he reído y he aprovechado el impulso de yo también enlodarme… ¿por qué?, porque sé que es necesario para seguir avanzando, porque la basura no se debe guardar debajo de la alfombra, porque sé que esto me regala empatía y comprensión, porque dentro de todo he tenido la oportunidad de ser más misericordiosa conmigo, porque realmente me he dado permiso de quitarme la máscara dándome igual si soy juzgada o no, porque también cuando nos damos permiso de que no nos importe el ser juzgados nos quitamos un peso de encima, es una manera de recuperar poder y yo al abrazar mi sombra, mi oscuridad recupero mi poder.

Me siento completa, es verdad que a momentos ambivalente pero sin culpa, encabronada (cada día un poco menos) pero dispuesta a soltar y perdonar de manera orgánica, a final de cuentas el enojo nos permite marcar límites y transformar lo que se nos de la regalada gana, ese es uno de los regalos de la sombra y que finalmente el alma nos guía en la noche oscura, el alma es la que sabe y cada ser humano tiene una brújula interna que le guía y le lleva a cumplir esa agenda que el alma lleva bajo el brazo.

No voy a rechazar nada de lo que veo en mí,  como dice Ken Wilber: “Cada batalla que creemos librar fuera en realidad la estamos librando dentro”.

Y  bueno, hoy te invito a que te permitas sentir y te quedes por un momento parado en la tristeza, en la frustración o el enojo o sea lo que sea que sientas, yo lo he estado haciendo y aunque ha sido amargo sé que vale la pena, ¿sabes también por qué?, porque quien nos quiere bien se queda y también nos abraza, porque el verdadero amor no se condiciona y porque todo se limpia, porque es verdad que hay cosas que mueren por irse porque muchas otras mueren por llegar y no hay que resistirse, porque es bien importante mover nuestra energía si algo o alguien ya no nos resuena, porque no tenemos que perdonar inmediatamente, hay que permitir que todo pase y lo metabolice el cuerpo y el corazón, porque el perdón va a llegar sencillamente porque nuestra alma es no sólo sabia sino también generosa y LO QUE NO ES ASUMIDO NO ES REDIMIDO.

Conviene poner en la mesa del corazón la intensión de querer que todo se alinee dentro, de querer estar bien, de dejar a nuestro Cristo interior eso roto para que lo repare, con eso pasa, todo pasa… Disfrutemos de nuestra incongruencia, de nuestra sombra, de nuestro todo.

Con amor,

Charis.

2 comentarios en “De abrazar la sombra…

  1. Tengo el hábito de la lectura en especial todo lo relacionado con la poesía, es impresionante la forma en la que expresas tu pensamiento.
    Le saludo con muchos recuerdos.
    Sinceramente: Rolando Gorostieta Rivera.
    Desde algún lugar de Tejupilco de Hidalgo, Estado de México.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s