Y si yo hoy pudiera encarnar una diosa…


Parvati

Si hoy pudiera reconocerme y conectar con alguna diosa hindú, tomaría la energía de Parvati, “La diosa de las montañas”. Acá te cuento porqué…

Hoy pensaba en todas esas veces en las que los seres humanos buscamos conquistar a alguien, y no es propiamente bajo la connotación de una pareja, me refiero a esas figuras de poder que para nosotros son importantes, figuras que nos marcan estándares muchas veces inalcanzables, figuras que nos retan y nos aprietan el botón de la reactividad, seres muchas veces amados y respetados que paradójicamente nos reflejan a nuestro propio verdugo interior, a nuestra propia auto exigencia.

Me ocurre que a menudo olvido que todo afuera es un mero reflejo de mi mundo interno, que cada persona que está frente a mi es en realidad una parte mía, mi propia manifestación.

Parvati, dentro de la mitología hindú es la esposa de Shiva, el dios del cambio y la impermanencia y madre de Ganesh. Cuenta una de las versiones del mito que un buen día Shiva se fue a la guerra y Parvati se sentía tan sola pero tan sola que comenzó  con sus manos untarse el cuerpo, a tallarse una y otra vez hasta que quedó embarazada de Ganesh… me quedaré con esta parte, con este signo de poder de manifestación, de creación, de auto contención y amor.

Parvati es la diosa del poder, es la misma Shakti, es amor, es devoción, es energía vital sin la que todo estaría inerte. En Parvati habitan Durga (la que combate demonios) y Kali (la diosa de la muerte).

Cuando pienso en todas las energía y personajes que habitan en el inconsciente de todo ser humano, pienso en la medicina, sí… en que cada uno habita la medicina, que todos tenemos un poder autosanador que no imaginamos, que así como Parvati en su soledad pudo darse a sí misma lo que necesitaba así cada uno.

Hipócrates decía: “A quien desee la salud, hay que preguntar primero si está dispuesto a suprimir las causas de su enfermedad, sólo entonces será posible ayudarle”.

A veces buscamos aprobación y validación afuera, vivimos queriendo conquistar aún con lo cansado que eso pueda resultar y somatizamos

La riqueza de los mitos es que dan la vuelta a la razón, que nos muestran cómo en cada corazón está todo lo que necesitamos si buscamos con profundidad, si nos damos el espacio para respirar y conectar con la divinidad, divinidad que habita en el espacio vacío que existe entre un pensamiento y otro.

Mi invitación hoy es a no tirar bombas molotov en nuestra vida, a mirarnos con amor y compasión, a mover nuestra energía y cuerpo hacia la propia conquista, a gravitar hacia lo que sana; Mi invitación hoy es a vivir de las autenticidad y espontaneidad sin estrategias y si hubiera dolor aprópiate de él que como dice Khalil Gibrán: “El dolor es el rompimiento de la coraza que encierra tu corazón”.

Honra a tu ser que la divinidad vive en ti como tú en ella.

Con amor

Char

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