De la abundancia y sus mil y un caras


 

abundancia

Primero que cualquier otra cosa quiero contarte que una de las razones por las que decidí escribir al respecto es porque hablar de nuestra relación con la abundancia y el dinero  es de vital importancia para saber porqué sentimos que “no fluye” o “no alcanza”, sin embargo no perdamos de vista que el dinero y abundancia son cosas relacionadas pero distintas.

La palabra abundancia proviene del latín abundatia  y significa según la RAE “una gran cantidad de algo”, por lo que ésta la puedes ver manifestada no sólo en dinero sino también en salud, en amigos, en amor, en libertad etc. Y el dinero es un medio legal que puede ser intercambiado por algún producto o servicio.

A mi me gusta pensar que la abundancia (incluido el dinero) proviene del corazón, porque indudablemente todo nuestro mundo afuera es el resultado de nuestra realidad interna, por ejemplo, si yo te pregunto ¿te gusta tu trabajo?, ¿qué me contestarías?… Si la respuesta fue un sí dicho con total contundencia y sin titubeos vamos bien, pero si la respuesta fue un más o menos o un rotundo no, entendamos que esta es la principal barrera que obstaculiza la abundancia. Cuando una persona está en un trabajo que no le satisface por lo menos 8  horas de su valioso día o hasta 12 (o sea la mitad de su vida) es normal que su frecuencia vibratoria sea baja y lejos de atraer cosas maravillosas a su vida atraiga escasez y mucha frustración.

Ser agradecido genera bendiciones y si tu trabajo no te satisface es evidente que menos lo agradecerás y aunque lo hagas y digas “por lo menos tengo trabajo” ó, “hay que agradecer que hay trabajo”, la actitud y energía es de total conformismo o inclusive enfado, es como si alguien te invitara a comer a su casa y tú le dices:

– Tu sopa sabe horrible pero me la voy a comer.

O de dientes para afuera le dices que es deliciosa cuando en realidad lo que sientes es asco, ¿Te lo imaginas?, o haz de cuenta que alguien te regala un abrigo en navidad y tú con cara de amargura le dices:

-¡Tu regalo está espantoso! pero muchas gracias.

Sobra decir que es muy probable que en el caso uno, la persona que te invitó a comer a su casa quizás no lo haga nunca más o si finges que la sopa estuvo buenísima tal vez corras el riesgo de enfermarte del estómago, y  en el caso dos, esa persona que te regaló ese abrigo en navidad no se sienta motivada en absoluto en regalarte otra cosa en algún otro momento.

Recuerda que recibimos lo que damos y el conformismo, la queja y gratitud no genuina no son congruentes por más que hagamos decretos o rituales en luna llena al no estar nuestra emoción alineada con nuestro pensamiento y sentimiento nada de lo que según nosotros queremos ocurrirá.

Luego de esta frontal y sencilla reflexión vamos con la primera idea importante:

Es indispensable poner nuestros dones y talentos al servicio de los demás, cuando hacemos las cosas con gusto y con amor otro gallo canta, porque de esta manera contribuimos a la felicidad y expansión de los demás y como lo que damos a otro nos lo damos a nosotros mismos abrimos la puerta a un montón de posibilidades, tú no sabes si por tu ser amable y servicial recibirás una oferta de trabajo casual, siempre hay cazadores de talentos o buenas recomendaciones que nos van llevando a un lugar distinto y mejor. Recuerda que en donde ponemos nuestra atención eso se maximiza, así que si todo tu enfoque está en lo que no tienes o en lo que no te gusta eso se multiplicará, por lo tanto si aún no estás ahí comienza por agradecer la posibilidad que tienes de moverte y todos los recursos que tienes para empezar de cero en donde esté eso que te haga feliz.

Aún cuando pudieras según tú tener un buen sueldo aún vendiéndole tu alma al diablo con un trabajo intenso pero que “te reditúa” de manera “afortunada” creéme, tu abundancia nunca estará al máximo, porque estarás estirando de un lado pero rompiendo del otro tus relaciones más significativas,  e inclusive tu cuenta bancaria nunca estará tan floreciente como podría estarlo si tu corazón estuviera totalmente puesto y entregado en ese sueño que tienes en el tintero y para el cuál probablemente estás listo aunque tu ego te diga todo lo contrario. Hay cosas que no tienen precio y no hay buen sueldo que alcance para conservarlas, y esas cosas que no tienen precio son: tu salud, tu paz, tu familia y tu libertad, aún con el mejor salario y una de estas cuatro cosas se fractura sobra decirte que no serías una persona abundante, quizás tendrías algo de dinero pero no serías abundante.

Si tu actividad cotidiana no te satisface y quieres dar el salto hacia tu pasión, comienza por dedicarle algunas horas a lo largo de la semana, eso sí, se necesita mucho valor y voluntad para empezar de cero en otro proyecto, pero recuerda que las personas decidimos cambiar sólo cuando nos resulta más doloroso permanecer donde estamos que el mismo cambio,  mi recomendación es que no te esperes a que te duela más, o a que la infelicidad termine contigo y tu salud, empieza de poco a poco y verás que no sólo será empoderador sino que también abrirás la puerta a la abundancia, porque la pasión y el amor por un proyecto son lo que nos alinea a una vida con propósito (que por cierto aquí te dejo un artículo al respecto que te abonará mucho en el tema: «Libertad profesional: Salta que el paracaídas se va a abrir». )

Y bueno, parece que las cosa se está poniendo interesante por lo que ahora me gustaría preguntarte, ¿qué piensas del dinero?, ¿qué escuchabas en tu casa sobre este tema?

Quisiera invitarte a explorar cuáles son tus expresiones y pensamientos más recurrentes respecto al dinero. El otro día en Facebook vi que una persona puso un post que decía algo así como: “Y si el dinero no fuera un problema, ¿a qué te dedicarías?”, y para mi sorpresa fue que mucha gente respondía sin la consciencia de la etiqueta de “problema” puesta sobre tan bonito recurso. Quiero invitarte a que te imagines que el dinero es una persona, ¿cómo te expresas?, ¿dices que “es del diablo”? ¿piensas que “pobre pero honrado”? ¿cómo te relacionas con esas personas que según tú tienen dinero o pertenecen a un estrato diferente al tuyo? ¿piensas que el dinero es sucio y corres a lavarte las manos siempre que lo tocas? Ojo, a nadie que no fuera bienvenido a tu vida le gustaría estar contigo e indudablemente el dinero así funciona, como funcionan muchas otras relaciones de nuestra vida, ¿y qué puedes hacer para relacionarte mejor?…

  • Ya dijimos lo importante que es alinearnos con nuestro propósito poniendo nuestros dones y talentos al servicio de los demás, lo que sigue es que trates de mirar al dinero como un amigo incondicional, y será incondicional mientras lo agradezcas y lo gastes con gusto y sin culpa en todo eso que aporte algún valor a tu vida, pero más aún cuando lo compartas, todo lo que damos se multiplica, o sea que si quieres dinero da dinero y paga tus cuentas con gusto pensando en que estás contribuyendo a la vida de otros de manera significativa aún cuando no logres verlo créeme que es así.

 

  • Paga, paga tus deudas, nada bloquea tanto la llegada de la abundancia en nuestra vida como nuestra propia resistencia a pagar lo que debemos, no temas quedarte sin nada, eso es una ilusión, ¿a poco haz visto que las flores dejen de crecer y los pájaros de alimentarse por temor a sentir que no tendrán alimento más nunca? Tranquilo, paga con la certeza de que hay mucho para ti y que todo regresa multiplicado; Asimismo, paga tus cuentas sin miedo y en gratitud porque finalmente recibiste un producto o servicio a cambio que seguramente te alimentó o te hizo la vida mucho más fácil.

 

  • No te enfoques en lo que no tienes ni tampoco te compares, eso suele ser frustrante y doloroso porque finalmente cada persona tiene un mundo a cuestas y nada es lo que parece, la envidia no es una buena compañera, en la medida en la que te alegres por el bien y prosperidad que llega a la vida de alguien lo estarás atrayendo a la tuya, piensa que esa persona está reflejando tu propia capacidad de construir algo diferente en tu vida.

 

  • Agradece, agradece mucho, agradécelo todo, desde las cosas más sencillas como: el café de en la mañana, las sábanas limpias, el agua caliente, el alimento del día, las sonrisas y abrazos de las personas que amas. Eres una persona abundante y quizás aún no terminas de enterarte porque te falta apreciación. Imagina que eres una vasija dispuesta a llenarse y a través de la gratitud te ensanchas para recibir todo lo que necesitas y mucho más.

 

  • Cuida tus palabras, evita decir cosas como “no tengo”, “no me alcanza”, “no me rinde”, finalmente estos son afirmaciones negativas que lo único que harán es perpetuar tu situación de carencia (ilusoria por supuesto). Las palabras son realmente poderosas y son el primer instrumento para romper patrones de pensamiento y si las usas adecuadamente terminarás por manifestar una realidad mucho más amigable.

 

  • Sé consciente de tu diálogo interno, de cada pensamiento pero que además no creas todo lo que piensas. Mucho de eso son ideas y creencias ajenas, quizás de tus padres, abuelos o inclusive amigos. Cuando alguien te dice que no podrás conseguir algo o que estás loco o que tu idea de emprendimiento es mala, lo único que haces es proyectar y vaciar su propia mediocridad en ti. En realidad eres mucho más poderoso de lo que te imaginas y la mayor parte del tiempo lo olvidas.

 

Ojalá que este artículo te permita confirmar que lo tienes todo para cambiar tu realidad. El dinero viene disfrazado de muchas maneras, cuando alguien te invita a comer o te invita sencillamente un café o te hace algún detalle cualquiera pero de alto valor sentimental; Y de la abundancia podemos decir mucho, inclusive cuando te llega ese mensaje o señal que estabas esperando a través de un libro, una película, una frase o una canción… ¡Todo eso es abundancia!

Eres abundante y todo lo que necesitas irá hacia a ti de manera inmediata si te alineas con tu propósito de vida y más aún si vives desde el gozo y la gratitud.

Con amor

Charis