Sincronicidades: luces y señales.


clockswash-instit-pic3

¿Recuerdas cómo en más de una ocasión has pensado o soñado con una persona y de pronto sonó el teléfono y era ella?, ¿o cómo ibas caminando pensando en algún número y de repente volteas y lo ves en la numeración de una casa?, o también como cuando te acuerdas de una canción que no está ya de moda y de pronto la escuchas a todo volumen en un auto que va pasando; La lista de ejemplos puede ser inmensa, así que te toca reflexionar sobre tus propias sincronicidades.

Los seres humanos, vivimos una infinita cantidad de eventos que muchas veces creemos que sólo son casualidades, pero cuando nos compramos la idea de que es sólo una casualidad, corremos el riesgo de perdernos de información valiosa y así nos vamos a dormir con la mente bloqueada o incrédula luego de en el transcurso del día habernos encontrado con un símbolo de manera recurrente, un recuerdo o alguna frase peculiar que nos hizo vibrar.

La palabra sincronicidad proviene de  <<sin-, del griego συν-, unión, y χρόνος, tiempo>>; es el término elegido por Jung para referirse a  dos hechos vinculados de manera simultanea y de forma causal, por tanto, hablaremos de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí sin motivo aparente, pero con un contenido sumamente significativo, de esos que estremecen cimbrando hasta el alma. El punto aquí es que cada persona con la que te encuentras, cada imagen que se te presenta, cada frase y canción que lees y escuchas, cada lugar que pisas, cada evento que vives y cada sueño que experimentas, tiene un mensaje, una razón de ser, TODO TE ESTÁ ENSEÑANDO ALGO, lo que ocurre es que los seres humanos vamos muchas veces distraídos mirando qué es lo que hace falta, obsesionados con mirar el vaso medio vacío, y recuerda que donde está tu corazón está tu tesoro, y donde está tu tesoro está tu energía y donde está tu energía es donde está tu consciencia y es ahí donde está tu poder de manifestación y su materialización.

Si tan solo pusiéramos más atención a lo que soñamos muy probablemente seríamos seres más poderosos y conscientes. Los sueños son mensajes de nuestro mundo interior, son grandes maestros que nos vienen a mostrar grandes aspectos de nosotros mismos y el mundo que nos rodea, porque la mayoría de las veces en cada sueño eres tú todos los personajes, son muchos de ellos fragmentos de tu propia personalidad.

La sincronicidad, para la mente racional se llama “casualidad”, sin embargo el destino tiene señales y hay que estar atentos para verlas, hay que conectar con la fuente para tocar ese vínculo entre lo material y lo espiritual.

El universo tiene una especie de orden, por eso es que muchas veces las cosas no son cuando se nos da la regalada gana, porque en el camino hay mucho más, por tanto FÉ ES PACIENCIA.

Las sincronicidades ocurren cuando eventos se unen en relación al estado interno de una persona, es ese tejido profundo de las cosas, todos tenemos un universo oculto y vivimos proyectando, atrayendo a partir del sentimiento, es así como hacemos uso de la capacidad que tenemos los humanos de abrir campos nuevos.

¿Te ha pasado que de pronto te equivocas y te has encontrado envuelto en una serie de eventos?

De pronto resulta que te encuentras con un animal de manera recurrente que te significa  de una u otra forma, que te genera una sensación, o algún tipo de elemento o símbolo o sueño, o es también como cuando un día dices “hoy voy a tomar clases de baile” y sales a la calle y de pronto alguien te da información de clases de baile a tres cuadras de tu casa o tu trabajo.

Hay fenómenos que marcan nuestra experiencia pero hay otros que son advertencias, basta con poner el foco en nuestras sensaciones corporales y no hacer caso omiso a éstas

Por eso y más, es importante darte cuenta y conocerte, mirar tus vicios y patrones, sólo tienes que darte cuenta sin exigirte un cambio inmediato, porque cuando te das cuenta generas consciencia y la consciencia te redirecciona a lugares distintos con gente nueva y cuando te fijas en el fenómeno, éste crece, por eso es que nuestro miedo u opuestamente nuestra sensación y deseo de bienestar se expande y transforma todo el entorno.

Cuando tienes una idea muy clara el universo conspira y se abren puertas, pero ocurre también que muchas veces la soberbia nos impide avanzar, el creer que lo sabemos todo y que tenemos la razón no admitendo nuestras propias limitaciones.

¿Qué hacer para tener el corazón y la mente abierta?

Transformar y hacer que ocurra una evolución a través de lo que vives enfocándote en el para qué y no en el por qué.

Las sincronicidades son luces del destino aunque nos empeñemos en mirar las cosas de manera causal,  ¿y qué tal si en lugar de interpretar la causa vamos más allá y vemos qué mensaje nos está transmitiendo aquello?, por eso no te enojes cuando pierdes el transporte, o cuando algo que tanto quieres no llega, por eso mantente completamente  presente y apuéstale al aquí y ahora, no vivas en automático porque entonces cuando vamos ensimismados en la densidad  de nuestra mente, nos perdemos de todas estas señales, tan bonito que es caminar y observar los rostros, los árboles, tantos colores y ese gozo que da cuando el viento nos despeina. Con tanta más lucidez vivamos podremos ver las señales: liberémonos de  nuestra forma de pensamiento lineal.

Abrámonos ante el hecho de que todo son escalas vibracionales que nos conectan unos con otros, por ejemplo, lo que ocurre con la astrología (el impacto de la luna y los movimientos planetarios en la tierra y los seres humanos) es que se produce una sincronización dentro de nosotros, porque somos uno, porque este mundo es un espejo y así es como se da esa sincronicidad en nuestro mundo interno y el universo, por eso se habla también del poder del pensamiento y el sentimiento, porque cuando movemos dentro de nuestro corazón, movemos el mundo afuera.

La sincronicidad es importante porque muchas veces nos cuesta romper patrones y de pronto llega una ayuda externa, justo antes de tirar la toalla, es como si la vida y el universo supieran que estás haciendo un esfuerzo final. Una de las ideas para que la sincronicidad de resultados, es que no seas desleal a ti, que en los momentos de mayor necesidad seas fiel a los anhelos de tu corazón; La invitación hoy es que, NO TE RINDAS, porque la sincronicidad aparece, el universo está atento, son las leyes que gobiernan este mundo invisible y tu única tarea es mantenerte conectado con la fuente y abierto a todas las señales del camino.

Con amor,

Rosario Cardoso

El regalo de la consciencia


 

w_conscienciatransgresora

“La consciencia y la presencia siempre suceden en el ahora, si estás tratando de hacer que algo suceda, entonces estás creando resistencia hacia lo que es, es la eliminación de la resistencia lo que permite que toda energía evolutiva se desarrolle” – Eckhart Tolle

Mucho se habla hoy de consciencia,  cada vez son más los libros de la mesa de best sellers plagados de esta palabra, prácticas espirituales que nos invitan a expandirla, coaches y gurús empleando el término en videos y rituales invitándonos a la evolución y trascendencia, pero, ¿qué significa?, ¿qué puede implicar?

Consciencia es la capacidad del individuo de “darse cuenta de que se está dando cuenta”, para entonces hacer algo con lo que está pasando; Consciencia, es un proceso de autoconocimiento y son muchos los caminos que existen para evolucionar en esos estratos.

De inicio, cabe decir que, ser consciente parte del  permanecer aquí y ahora sin resistencias ni fantasías, es abrir los 5 sentidos a este preciso instante: mirar los colores de los objetos o paisajes que nos rodean, las sonrisas, los ojos de quienes están cerca de nosotros; Es abrirnos a sentir la temperatura del lugar en el que nos encontramos, escuchar con atención cada sonido, desde los más cercanos, hasta los más lejanos, desde los más graves hasta los más agudos; Es degustar los alimentos con calma, gozo y gratitud, experimentar a flor de piel cada textura y estar tan en contacto con nuestro propio cuerpo que podamos escuchar cada mensaje y dialogo interno, observando cada pensamiento y detectando aquellos más recurrentes para poco a poco ir descubriendo cuáles son las creencias que nos conforman, porque finalmente nuestras creencias son esos lentes a través de los cuáles vemos el mundo y bien dicen los sabios que no vemos al mundo como es, sino más bien como nosotros somos. “Aquí y ahora” es donde confluyen pasado, presente y futuro, y cuando negamos lo que ocurre y lo que sentimos, generamos resistencia y no permitimos que nuestra consciencia no sólo se expanda, sino que también se abra a nuevos posibles escenarios.

Ocurre la mayor parte del tiempo, que un sinfín de nuestros hábitos y reacciones son en automático, muchas de las veces ya no cuestionamos nuestros impulsos, vamos por ahí con los mismos patrones y dinámicas de relación, repitiendo escenas con diferentes actores. La ventaja es que a través de explorar nuestra consciencia y del “darnos cuenta”, poco a poco rompemos esos esquemas y al actualizar creencias caducas en automático re direccionamos nuestra experiencia de vida más hacia la plenitud y el gozo.

Entre lo que sentimos y el mundo que nos rodea, cada ser humano tiene la oportunidad de participar en los eventos que ocurren en su contexto sin que esto implique propiamente el controlar, y hacerlo desde el amor y el perdón o la venganza y el dolor dependen del estado de nuestra consciencia, esa que podemos descubrir y conocer si nos quedamos en silencio para saber cuáles son nuestras verdaderas intenciones y anhelos más profundos, y en la medida contemplar las causas que producen ciertos efectos y no desencadenar eventos adversos.

Cuando experimentamos algún proceso crítico y logramos trascenderlo, es como si nuestra consciencia diera un salto cuántico: cuando experimentamos alguna crisis y salimos victoriosos, cuando abrazamos nuestra sombra y reducimos nuestras propias proyecciones convirtiéndonos en seres más empáticos, nos convertimos en seres más evolucionados, seres que se aproximan más a la autorrealización.

La consciencia no permanece estática, se transforma en todos los momentos y son muchos los caminos para ensancharla y percibir la realidad de una manera más amigable, una realidad en la que podamos integrar a personas y circunstancias que nos ponen a prueba disolviendo tantas fronteras con los demás como sea posible. Hacernos conscientes, es una tarea de vida y lo hacemos a través de cada relación, porque para integrar primero hay que proyectar, porque hacernos conscientes es también humanizarnos. Todas las prácticas espirituales tienen como fin propiciar la unión del alma individual con el alma universal, disolver tiempo y espacio comprendiendo que lo que hacemos al otro, nos  lo hacemos a nosotros mismos, por la sencilla razón de que “todo es uno”, somos UNO.

Ser consciente, implica una alta dosis de responsabilidad y auto observación, es un trabajo realmente profundo, y cuando se habla de responsabilidad es sobre asumir los costos de cada uno de nuestros actos y palabras, dejar de culpar a Dios o al universo por “la mala suerte” y asumirnos co creadores de la realidad que cada uno vive y hacer lo necesario para crear desde la gratitud y la certeza y no desde la carencia y el miedo. Estamos diseñados para evolucionar y para trascender.

Explórala, medita, contempla, camina en silencio, escribe lo que piensas, escúchate  y has lo que todo eso que te permita entrar en profundo contigo contacto contigo, deja que se te inunde el alma de presencia. Parte de la maravilla de nuestra dimensión espiritual es que no hay ningún rincón dentro de cada ser humano que no pueda ser iluminado por la luz de la consciencia.

Amorosamente

Rosario Cardoso