Iluminar para eliminar


Tenía 10 años cuando fui testigo de un eclipse solar, han pasado 33 años de eso y en mí sigue habitando la niña curiosa que no pierde capacidad de asombro, hoy estoy de nuevo a la expectativa. Es 8 de abril 2024 y mientras vengo a saludarte con mi café a un ladito del teclado mientras  la humanidad estamos a la espera de este magno evento.

Hoy los eternos amantes estarán siendo uno tan sólo por un instante, dos polos opuestos haciendo armonía mostrando al colectivo que siempre hay posibilidad de integrar nuestra negrura.

En mi ser ecléctico habita un espacio de beneficio de la duda a la astrología, por un lado creo que es verdad que estamos programados y somos nosotros quien en todos los momentos damos poder a las cosas, pero por el otro también creo en que como dice El Kybalion de Hermes Trimegisto en términos de leyes herméticas: “Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”, entonces visto desde esta perspectiva, la tierra y el cielo hacen espejo, y como todo es uno, los seres humanos también nos eclipsamos y hemos de confrontar a nuestra propia oscuridad para darle espacio a la luz.

No es nada fácil asumir nuestra responsabilidad, no es sencillo admitir que desde nuestro lugar más inconsciente – el 85% del iceberg de Freud – tomamos nuestra postura existencial actual y desencadenamos nuestra realidad material, emocional y espiritual de hoy. Cada uno se coloca en el lugar que está por alguna razón, oculta razón e inconsciente razón. La belleza es que, si logramos educar nuestra mente y alinearla con la voluntad divina en medio de nuestro libre albedrío, podemos construir cosas bien distintas, podemos co-crear futuros potenciales llenos de belleza en medio de los retos humanamente necesarios.

Es increíble cómo nuestro sistema nervioso se acostumbra a estar en estados de hostilidad y estrés crónico, nos volvemos adictos en escalas inimaginables a estados reactivos y de constante defensa, y cuando llega la paz nos cuesta abrazarla y volvemos a buscar insistentemente el caos asumiendo que eso es lo “normal”, que eso es lo que está bien, sin considerar que se trata sólo de lo conocido.

Que hoy tengas tú y tenga yo el valor de trascender ese patrón, creencia, reacción, deuda o pensamiento que lleva tiempo colocándote y colocándome en un estado de vulnerabilidad e infelicidad incontrolable, que realmente este evento astrológico dé la pauta a tu inconsciente y al mío para hacer ese ajuste interno que necesitamos para construir una historia más gozosa y con propósito.

Que el eclipse de hoy haga su magia y se lleve tus penas, pero mi deseo más real y profundo para ti y para mí, es que tengas tú y tenga yo la capacidad de soltarlas para tener una existencia más ligera y luminosa.

Queda claro que en esta vida habremos de iluminar para eliminar.

Con amor.

RC

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