Iluminar para eliminar


Tenía 10 años cuando fui testigo de un eclipse solar, han pasado 33 años de eso y en mí sigue habitando la niña curiosa que no pierde capacidad de asombro, hoy estoy de nuevo a la expectativa. Es 8 de abril 2024 y mientras vengo a saludarte con mi café a un ladito del teclado mientras  la humanidad estamos a la espera de este magno evento.

Hoy los eternos amantes estarán siendo uno tan sólo por un instante, dos polos opuestos haciendo armonía mostrando al colectivo que siempre hay posibilidad de integrar nuestra negrura.

En mi ser ecléctico habita un espacio de beneficio de la duda a la astrología, por un lado creo que es verdad que estamos programados y somos nosotros quien en todos los momentos damos poder a las cosas, pero por el otro también creo en que como dice El Kybalion de Hermes Trimegisto en términos de leyes herméticas: “Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”, entonces visto desde esta perspectiva, la tierra y el cielo hacen espejo, y como todo es uno, los seres humanos también nos eclipsamos y hemos de confrontar a nuestra propia oscuridad para darle espacio a la luz.

No es nada fácil asumir nuestra responsabilidad, no es sencillo admitir que desde nuestro lugar más inconsciente – el 85% del iceberg de Freud – tomamos nuestra postura existencial actual y desencadenamos nuestra realidad material, emocional y espiritual de hoy. Cada uno se coloca en el lugar que está por alguna razón, oculta razón e inconsciente razón. La belleza es que, si logramos educar nuestra mente y alinearla con la voluntad divina en medio de nuestro libre albedrío, podemos construir cosas bien distintas, podemos co-crear futuros potenciales llenos de belleza en medio de los retos humanamente necesarios.

Es increíble cómo nuestro sistema nervioso se acostumbra a estar en estados de hostilidad y estrés crónico, nos volvemos adictos en escalas inimaginables a estados reactivos y de constante defensa, y cuando llega la paz nos cuesta abrazarla y volvemos a buscar insistentemente el caos asumiendo que eso es lo “normal”, que eso es lo que está bien, sin considerar que se trata sólo de lo conocido.

Que hoy tengas tú y tenga yo el valor de trascender ese patrón, creencia, reacción, deuda o pensamiento que lleva tiempo colocándote y colocándome en un estado de vulnerabilidad e infelicidad incontrolable, que realmente este evento astrológico dé la pauta a tu inconsciente y al mío para hacer ese ajuste interno que necesitamos para construir una historia más gozosa y con propósito.

Que el eclipse de hoy haga su magia y se lleve tus penas, pero mi deseo más real y profundo para ti y para mí, es que tengas tú y tenga yo la capacidad de soltarlas para tener una existencia más ligera y luminosa.

Queda claro que en esta vida habremos de iluminar para eliminar.

Con amor.

RC

La compasión está tocando la puerta


En pocos días cumpliré años, me gustan los ahá moments de regalo.  Escribir aquí, me da la posibilidad de vulnerarme porque yo sé que quizás exista alguien del otro lado que se sienta como yo, y proyectar la herida con consciencia y compasión también sana.

En mi carta astral, en mi casa 6 – la casa del propósito de vida- está Quirón: “el sanador herido”, y aunque lo que voy a decir no es precisamente una verdad absoluta, es cierto que a veces cuando más rotos estamos es cuando más podemos servir. ¡Vaya paradoja!… ¿o paraJoda?

Pero bueno, me he reunido contigo esta mañana con café en mano a través de esta pantalla para platicarte mi última revelación, sí, sí… déjame imaginar que te conozco desde hace mucho tiempo, así que por favor no tengas ninguna expectativa sobre mí y sólo déjame contarte…

Resulta, resalta y acontece que estaba en mi clase de box mañanera – boxear es una de mis prácticas espirituales cotidianas primordiales – y mientras golpeaba con gusto y singular alegría, pensaba en esa huelga afectiva que me marqué yo sola hace exactamente un año. Mi historial amoroso no ha sido muy extenso pero sí muy intenso, siempre me he asumido como una mujer muy libre pero eso no me quita ningún anhelo, mis deseos siempre están danzando como niños en dulcería, y con deseos me refiero por ejemplo,  al hecho de terminar de remendar lo que haya que ser restaurado dentro de mí para que mi inconsciente deje de llevarme por lugares oscuramente conocidos, de esos en los que a pesar de la negrura o llevar los ojos vendados, uno llega fácilmente habiendo creado incluso surcos de tanto ir y venir; esos espacios en donde las autoprofecías se cumplen porque uno termina actuando cosas que la psique esconde en sus profundidades y que puede ser tan doloroso como para no lograr ser nombrado, que nada como recrear el lugar de los hechos y llegar a los mismos infiernos pero con diferentes diablos. Y no, no, no, ¡no me juzgues!, y es que, aunque efectivamente estoy hablando de heridas primarias, no quiero moverme como siempre en el lado de “la que sabe”, quiero más bien ser tantito vulnerable aquí, pero bueno, prosigamos…

Mi hallazgo  fue que,  luego de haberme asociado con gente que no ha estado disponible – porque claramente yo tampoco lo he estado -, desde mi lugar más roto sentí el drama del rechazo, y en medio de esa historia que yo me he contado, me di cuenta de cuántas puertas he cerrado en muchas de mis dimensiones personales para que nadie entre, especialmente gente que vuelve del pasado, y en casos muy particulares me mueve una vergüenza sexual muy cabrona, porque aunque yo sé que en mis relaciones “amorosas”  pasadas yo hice lo mejor que podía con lo que tenía, en muchos momentos me faltó ser lo suficientemente asertiva como para saber exactamente dónde estaba parada, porque yo metía ambos pies en algo que parecía que era un noviazgo, mientras el otro sólo tenía un pie adentro con el discurso de “nos estamos conociendo”, yo románticamente pensaba que “los títulos no importaban” – inocente pobre amiga – ¡pero claro que importan!. Me tomó tiempo asumir que no es que yo fuera una tonta, simplemente que son cosas que he venido aprendiendo a la mala yo solita, mira, yo vengo de una familia de mujeres en donde no hubo ninguna figura masculina presente, no tuve ningún modelaje sobre lo que había que hacer en una relación, cómo se construía, qué significaba qué o cómo se marcaban límites. Abrí mis puertas en muchos momentos gracias a mis huecos y curiosidades, yo sí era esa a la que le decían mi alma y ahí estaba 100% disponible. Con profunda compasión observo esa parte de mi historia y me doy cuenta de que la vergüenza está sentada en medio de mi sala tomándose también su tacita de café queriéndome enseñarme aún no descubro qué, pero mientras tanto te lo quise compartir.

Para mí, integrar la energía masculina a mi vida y honrar esa fuerza ha sido un trabajo largo. En mi caso, mi propia energía masculina la tengo muy bien asumida porque dadas las circunstancias en mi familia de mujeres, me volví cazadora de búfalos como mi madre y mis hermanas, por otro lado, el arquetipo de Artemisa se ha apoderado de mi a lo largo de casi toda mi vida, hoy me encantaría encontrar un lugar seguro en el que pudiera quedarme tranquilamente a cuidar el fuego mientras dejo el arco en el piso y dejar de salir a cazar. Disfrutaría que Afrodita supliera a Artemisa cada vez más seguido, podríamos organizarnos para que puedan coexistir ambas en mí.

Estoy llegado a un lugar interno muy bonito, de mucha misericordia y un autocuidado más consciente, no desde la reactividad, soy más proactiva conmigo y tengo cada vez más claro el valor del tiempo.

Quizás siga un ratito más en huelga afectiva, tomando cafecito y contándote las novedades. La vergüenza sigue en la sala pero la compasión acaba de tocar la puerta…

Con amor

RC

Volviendo a casa


01 de abril 2024

Hace semanas que no escribo, no sé si mi sequía creativa es un asunto de represión y supresión a la par, aunque compartir es un gozo absoluto para mí, me doy cuenta de mi propio encierro mental y creativo. No sé si es porque estoy en una noche oscura del alma y no me he enterado o porque algo se está marinando en mi interior, en lo profundo de mis aguas.

Libros y más libros, un autor tras otro autor… eso es lo que ha abundado en mi espacio, nuevo espacio, que por cierto el librero es el protagonista de mi hogar.

Mientras escribo, me descubro con la sensación de volver a casa luego de infinidad de tiempo, llega a mí esa imagen acompañada de un silencio perturbador pero la también la belleza del extrañar eso que paradójicamente eNtraño: la hoja en blanco.

Y mientras sigilosa recorro cada espacio, hay muebles como fantasmas con sábanas empolvadas que por largo tiempo han dejado de embellecer el lugar, sus colores fueron reprimidos como mis ideas.

No siempre es sencillo ir dentro de uno mismo y hurgar, no siempre es fácil reconocer lo que está pendiente de restaurar por más elevados que sintamos que nuestro trabajo espiritual sea, ¡hay tantos puntos ciegos dentro de mí que quisiera encontrar!… me consuela saber que mi propia consciencia se encarga de mostrármelos aunque no siempre lo hace con gentileza, y es que las creencias se guardan como la humedad, no son visibles pero sí corrosivas, por eso,  qué importante es alimentar la chispa divina, para que ese fuego interno transmute cualquier estado de ignorancia, descuido,  inadecuación o incomodidad adentro, para que la luminosidad y el calor se deje ver por los ojos cual ventanas de un espacio habitado por alguien vivo  y presente, para que el fulgor se deje ver hasta en los dientes pintando sonrisas resplandecientes que contagien a quien sea que se atraviese en su camino.

Llegar a esa casa, quitar las sábanas de los muebles y jalar las cortinas para abrir las ventanas y dejar que el aire corra es reconfortante, lo que sigue es explorar cada rincón, seguir desempolvando los espacios y dejar de huir de los recuerdos, mirarlos despacito ya no por el rabillo del ojo, sino con las pupilas apuntando bien cerca, estoy segura que esos rinconcitos encierran esa belleza que hasta ahora no me he dignado en querer buscar, alguna quizás sea evidente, pero otra es ese secreto bien guardado que sólo espera mi mirada para ser contado. Queda claro que esa casa soy yo, esos muebles cubiertos con sábanas empolvadas, espacios ignorados, silencio perturbador, ventanas cerradas y belleza no expresada soy yo.

Hay mucho por reconocer y restaurar, que si es verdad que la terapia funciona, también encontrar ese lugar de brutal honestidad dentro de mí con la hoja blanca confesora que me ayuda a no ser mi propia inquisidora es realmente sanador.

Aquí estoy, esta vez no para terapiar con mis letras, no para dar herramientas humanistas, no para mostrar mis dotes espirituales. Estoy desde mi lugar más vulnerable y humilde, buscándome con la gana de reconectar con mi ser más esencial, sin máscaras ni pretensiones, sin jugar a la intelectual. Estoy aquí como niña curiosa luego de haberse perdido por un largo tiempo.

Con amor

RC

Corazón curtido


23 de Octubre 2023

Estoy en un restaurante, sola, lista para comer y está sonando Instant Crush de Daft Punk y esa canción era de Damian y mía.

Me siento como ese personaje de Haruki Murakami de su libro de Tokyo Blues, Toru Watanabe mientras recuerda a Naoko en un aeropuerto con la canción de Norwegian wood de los Beatles.

Me impresiona cómo con el paso del tiempo la memoria va desentrañando episodios con esos colores, aromas, texturas, rostros y sonidos que se vuelven tan cercanos al presente, y con ellos llega también la añoranza, la nostalgia no sé si a lo que fue o a lo que éramos mientras estábamos ahí alimentándonos de eso aunque no siempre fuera nutricio…

Recuerdo no sólo a Damian, sino también a Aldo y a todos esos amores que para mi significaron. Llevo días también recordando a mi yo adolescente y valiente, a mi yo cuando era nómada y aventurera. Esa chiquitina que corría por los cerros y buscaba pertenencia cuando estaba en la secu. Era esa niña que se escapaba a todos lados sin permiso, con sus pecas y el flequillo chueco recortado por ella misma.

El corazón se me ha curtido bastante, tiene callo, y la realidad es que yo no sé si ya lo había dicho antes pero me dedico a lo que me dedico a causa de mi propio proceso de autosanación, siempre digo que uno enseña o comparte lo que necesita aprender o recordar, y yo tuve que recordarme a mi misma quién era yo después de que un día el corazón se me hiciera trizas por ir a donde no había. Estuve 6 años parada en ese lugar, en una relación que no iba a ningún lado, y si en mi cabía la esperanza, tuve que irme del otro lado del mundo para probar si esa esperanza fructificaría, pero al volver dolorosamente me di cuenta que estaba en terreno minado.

He conocido muchos hombres y en el camino me he conocido a mi también para bien o para mal, ha sido un viaje de luces y sombras muy revelador que me ha dejado ver todos esos pendientes de vida con mis padres. Esos hombres han sido un verdadero vehículo de transformación, he visitado tantos rincones de mi misma, lugares que he aprendido a honrar y a ponerles amor, espacios fragmentados que al tiempo he aprendido a unir como si fueran un rompecabezas, y no es que esté completo hasta hoy, pero si he conseguido muchas pistas y claridad de lo que esencialmente soy, he visto mi herencia, la fuerza de toda mi tribu gracias al dolor y su belleza, porque también el dolor entraña belleza, tan sencillo porque abre el corazón y libera de energía densa que de otra forma no podría haber sido liberada.

Soy esa mujer que en muchos momentos de la vida ha llorado con el ego roto “por amor” en su forma más distorsionada, pero entonces, ¿sería amor?… No, estoy clara que el ego y el amor en su forma más pura no danzan. Donde hay miedo al abandono o al rechazo no hay amor, hay lianas, muletas y rescatadores.

Con el tiempo, he venido aprendiendo más y más sobre el amor, pero también ganado certeza en cuán valioso es tenerse a uno mismo, no empeñar nada de lo que uno es para que la otra persona no se vaya.

Recuerdo que cuando tenia 18 años, Giovanni me pidió matrimonio y me asusté tanto que finiquité esa relación en ese momento. Cuando tenia 19, Rolo me terminó cuando decidí irme a Canadá, y yo sólo con los ojos llenos de lágrimas decía: “Es que me tengo que ir”.

La realidad es que, al día de hoy no cambiaria nada por todo lo que mis ojos han visto, por todo ese camino que se abrió ante mis pies, por todas las risas, el llanto ante el miedo de no lograr mis objetivos vs la satisfacción de conseguir eso y un poquito más; No cambiaría todo lo que he vivido, aún cuando la vida hace sus rutinas de limpieza roja y vuelve a tocar el dolor. Todos queremos aprender a través del amor y la alegría pero no se vuelve tan significativo como cuando punzó, como cuando se invirtió tanto entre tiempo, risas, energía y llanto, porque amar es así, es transitar y trabajar por algo profundo aún cuando sea efímero y se apueste a un caballo perdedor

Aprendo que, a veces para reconectar con el amor a uno mismo también habrá de toparse con gente indeseable, como en mi caso lo fueron Daniel y Eduardo entre algunos más de los que ya no recuerdo su nombre pero me enseñaron mis pedazos enfermos, espacios que he resignificado con amor y compasión, un trabajo que me ha tocado hacer a mi sola.

La cosa aquí es no morir sin haber amado profundamente o por lo menos haberlo intentado pese a cualquier resistencia, pero por sobre todas las cosas, amarse a uno mismo, a ti mismx, porque tú eres la única persona con la que tienes garantía de que pasarás el resto de tu vida.

PD Te debo la foto de los dumplings que me comí y el café que me tomé mientras escribía esto.

Con cariño

RC

El diablo


19 de noviembre 2023

Como casi cada noche, juego con mi tarot, y como casi nunca esta vez salió la carta de “el diablo”. Me impresionó un poco porque repito, es raro que aparezca saliendo del mazo para mí.

La realidad es que, esta semana ha sido dura, internamente mis aguas estuvieron hechas un tsunami, sentí que tocaba una noche oscura de esas del alma, sentí cansancio como el que he llegado a sentir en mis puntos de inflexión en donde también he sentido necesario dar un salto al vacío. Toqué los umbrales de una crisis existencial como tantas que he experimentado y se han vuelto materia prima para hacer alquimia, aunque no siempre lo logro tan rápido.

Este diablo del tarot fue una clara imagen de mi mundo interno, pero también una contundente invitación a liberarme de la esclavitud de mis percepciones, un recordatorio de que yo puedo no solamente vencer mis miedos, sino de también encontrar esa salida que está dentro de mí, porque esos demonios habitan en el inconsciente, sin embargo, no tienen más poder del que cada uno le pueda dar y qué importante es trabajar a diario para no regodearnos en ninguna adicción mental.

De hecho, una de esas madrugadas que desperté a lo largo de esa semana para luego volver a dormir, soñé que estaba yo en mi habitación y mis gatos estaban fuera de mi puerta esperando que yo saliera como ocurre cada mañana, pero yo, con voz áspera y dos voces más dentro de mi les decíamos:

– ¡Los amamos mucho!

Fue un sueño muy bizarro, porque incluso en mi sueño yo me cuestionaba las voces dentro de mí, y ese hablar en plural. No sentí miedo, pero desperté extrañada. Sabía que esa pesadilla era muy significativa porque era parte de mi experiencia interna y mi lucha por no fragmentarme más.

Cuando entro en etapas de tanta confusión y temor, es cuando más me entrego a mi práctica espiritual, y como otras veces lo he dicho, para mí el Ave María es el mantra por excelencia, así que, he orado dormida y despierta.

Hoy fui a la Basílica, y al mirar el ayate de Tonantzin sentí esa emoción que me despierta y pensé que probablemente no había estado orando de la manera adecuada, que estaba pidiendo probablemente de manera incorrecta porque justamente lo que necesitaba era liberarme de esos demonios internos que tenían que ver con la falta de confianza en mí misma, de todas esas cosas que he dejado de hacer por sentirme un fraude, o por sentir ese miedo a juicios ajenos que son sólo el reflejo de mis propios juicios personales.

Curiosamente, el evangelio del día de hoy hacía referencia a la parábola de los talentos, que básicamente tiene que ver con que lo que no se usa se pierde, y no sólo eso, sino que todos esos dones y talentos que enterramos por miedo generan karma, porque al que mucho se le da, mucho se le pedirá. Sencillamente, es una parábola que yo asocio con propósito de vida y todas las mieles que llegan a nuestra vida cuando hacemos cabalmente eso a lo que vinimos, y yo sigo cuestionándome… ¿por qué me atoro cuando hay tanto para dar y multiplicar? Así que sentí que lo que debía pedir a la divinidad era valentía para salir, para realmente creer en mí misma y dar el salto de una vez por todas.

Esta semana, también tuve una lectura de mi carta natal, el astrólogo me decía que, Plutón había estado 16 años diciendo “no” a mi aries, poniéndome de rodillas y menguando cualquier esfuerzo hecho a lo largo de 2008 a la fecha, ¡ja!, Plutón está asociado con Hades, el dios soberano de los muertos y del inframundo en la mitología griega, a nivel inconsciente, nos ayuda a sacar todo lo que está a la sombra, y heme aquí, esperando a que termine de irse este 20 de enero 2024 después de toda la confrontación a la que he estado sometida, intentando en el camino no sólo ser guerrera sino también maga.

El infierno personal que lleva el cortisol al cielo y desestabiliza nuestro sistema nervioso, tiene que ver con la falta de autoconfianza, en muchos casos con la culpa y las largas estancias en el pasado, por eso estar presente y en atención plena es tan valioso y liberador, porque incluso un curso de milagros dice que, la mayor falta al espíritu santo es la ausencia de confianza en uno mismo. Cada uno es la divinidad, cada uno es la vida…

Cuando salí de la basílica, voltee hacia la estructura mientras veía danzar a un grupo de hombres llevando su ofrenda y me topé visualmente con un recordatorio divino: “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”. Sonreí y le di un traguito a mi agua solar.

Qué preciosos son los arquetipos, qué bonito es mirar cómo el universo se comunica con nosotros desde distintos ángulos, con diferentes voces y símbolos. En fin, hoy decidí hablarte desde mi vulnerabilidad, desde mi lado B, desde mi lucha interna que sé que también es en muchos momentos la tuya.

Con amor

RC

Sostener: Tan difícil como soltar.


«Tu tarea no es buscar el amor, sino encontrar todas las barreras que en tu interior has construido contra él».   -UCDM



Recuerdo que hace muchos años me fastidiaba un poco el hecho del marketing y provecho en torno al 14 de febrero, es verdad que no habrían de existir pretextos para hacer esta oda a la fuerza que rige el cosmos, porque todos sin excepción y de maneras distintas (algunas erradas) buscamos lo mismo: sentirnos amados; Ya luego al paso del tiempo,  supe del poder que tiene el colectivo, de la magia que se produce cuando nos enfocamos todos en un solo punto aunque sea un instante, así que opté por quitarme el discurso y aprovechar el pretexto.
 
Pienso en todas esas maneras que nos inventamos para huir, para no amar tanto, para no dar tanto, para no exponernos tanto porque “qué tal que me lastiman”, “qué tal que pierdo” cuando en esta apuesta el caballo perdedor es  no sentir. Decimos que “no queremos etiquetas” cuando es absurdo y profundo miedo y nos casamos con la idea de soltar cuando sostener es igual de importante y complicado. Paradójicamente o más bien parajódicamente resulta más doloroso huir que vivir la experiencia, no hay nada peor que vivir anestesiados “por si nos duele”, “por si nos rompemos” aún cuando estemos de antemano emocionalmente cuadripléjicos a voluntad, accidentados y frágiles por el miedo, por esas tantas historias llenas de pasado y fantasmas, pero… ¿y si esta vez te quedas a ver qué pasa?
 
Es tan grande la fuerza de sentir la experiencia de amor que podemos movernos de maneras insospechadas, pero espera… ¡Sentirlo en uno, con uno! Y convertirnos así en un gran espejo, en un espejo bien pulido en el que cualquiera que pueda mirarse a través de nuestros ojos pueda observar todo lo hermoso que hay en sí mismo. Y es que no es el otro, eres tú, créeme: siempre se trata de ti y solo de ti, el otro es tan solo tu maestro, tu reflejo, ese gran espejo que muestra lo hermoso que eres, pero también tus sombras y demonios, eso que hay que sanar y fortalecer en ti, aquello que te toca trascender y transmutar indistintamente si vas de la mano de alguien o no.
 
Estamos aquí para doctorarnos en amor y confiar en que nuestro corazón sabrá como sostenerse; Estamos aquí para dejar este mundo mejor que como estaba antes de que llegáramos.
 
Ojalá que hoy (y todos los días), puedas aunque sea un instante cerrar los ojos, poner las manos sobre tu corazón, respirar bien profundo y sentir cómo se abre luego tres inhalaciones y exhalaciones habiendo puesto también la intención de abrirte y dejar pasar eso que esta ahí esperándote tocando intensa y fuertemente la puerta: el más puro y profundo amor.

No le endoses a nadie la responsabilidad de amarte, ese asunto es tuyo y solamente tuyo. Los demás somos sólo compañeros de viaje.

Con amor

Rosario Cardoso

¡Síganme los buenos!…

El miedo: ese visitante incómodo


El miedo, ese visitante incómodo que aparece en todos lados: en las relaciones, en los sueños, en los planes y proyectos; llega sin avisar, sin tocar si quiera. El asunto es que si nos toma distraídos puede disponer de mucha de nuestra fuerza y enfoque.

Ocurre que, dada mi actividad como psicoterapeuta y tallerista, con esa posibilidad que tengo de asomar la nariz en la vida de mucha gente me doy cuenta de cómo y de cuántas maneras tan profundas morimos de miedo. A veces tenemos la fantasía clara, pero la mayoría de las veces no sabemos exactamente por qué ni en qué momento nos llenamos de oscuridad, de temores, de ansiedades e inseguridades y dejamos de vivir para estar en agonía crónica imaginando historias sin fundamento, sin un ápice de realidad.

El miedo es el enemigo número uno del corazón del hombre.

El mal de la muerte no es la muerte sino el miedo a la muerte, el mal del fracaso no es el fracaso en sí sino el miedo al fracaso; El miedo engendra enemigos, algunos reales y otros imaginarios.El miedo de que alguien no me quiera hace que yo esté sufriendo imaginando por qué creo yo que el otro no me quiere; El miedo de que ese otro se entere de lo que yo dije o hice suponiendo que pudo haber estado mal, hace que yo esté sufriendo por lo que asumo que se enteró; El miedo de que esto termine en un fracaso hace que yo esté sufriendo la sensación de fracaso incluso antes de comenzar la batalla.

El miedo engendra fantasmas, los fantasmas de:“Es que ya no me mira como antes, esta es la señal de que alguien le dijo algo. Ya sé quién le dijo, ya sé qué le dijo”; “Es que no me escribe como antes, es señal de que algo ha pasado, seguramente le habrán hablado de mi y ya sé quien le habló, ya sé lo que le dijo”.

Las cosas de la vida comienzan a entenderse cuando se comienzan a vivir y el antídoto inmediato del miedo es la bendita presencia, así que vivamos con presencia bajo el entendimiento de que nada es lo que parece cuando no estoy en este momento.

Deseo que esta semana el miedo te visite estando presente y en conexión con esta presencia que te habita y que vayas, toques la puerta, preguntes, escribas ese e-mail, pidas, hagas esa llamada, sueltes, abraces, expreses, sostengas con toda el alma, digas “no”, marques límites, hagas lo que consideres que debes y quieres hacer con la consciencia de que hay algo más grande, algo inmenso con el nombre que le pongas dentro y fuera de ti comandando y guiando cada uno de tus pasos.

Así, el miedo será sólo eso, un visitante a veces necesario (sino no existiría), pero no más grande que tú, no más fuerte que tú, no más sabio que tú.Si lo ves abrázalo y suavemente suéltalo, míralo a los ojos y pregúntale qué tiene que enseñarte, entonces respíralo e intégralo a ti que finalmente tú llevas el volante.

Con amor

#RosarioCardoso

7 Propósitos que probablemente olvidaste


IMG_4612

Se nos fue el año y con él probablemente un montón aprendizajes, algunos a la buena otros a la incómoda pero todo abona, lo más importante es lo que hagas a partir de ahora con ese montón de lecciones.

Me gusta pensar en esa frase que pareciera hasta cliché pero entre más pasa el tiempo más segura estoy de que la felicidad es una elección, es un asunto interno que se simplifica en estar más atentos y abrazar lo que sí hay, muchas veces de manera inconsciente vamos a donde no se nos trata bien, a donde no hay para nosotros queriendo recibir de fuera todo eso que podemos y es nuestro deber darnos a nosotros mismos, queremos que alguien más nos de el amor que sentimos que nos falta o que sane nuestras heridas cuando es nuestra responsabilidad total y absoluta el nutrirnos, el sanarnos y cuidar de nosotros mismos.

Imagino que tienes una lista de propósitos, quizás muchos de ellos tengan que ver con el tener, con el conseguir algún objeto o logro, sin embargo es una gran oportunidad para que te mires una y otra vez con objetividad, generosidad y compasión. Me gustaría hoy darte algunas ideas sobre cosas para practicar y desarrollar este 2020 aspectos internos que te pondrán en otra frecuencia e indudablemente te abrirán el camino para materializar otros sueños:

  1. Practica la generosidad. Lo que das te lo das, comparte lo que sabes o lo que puedas. Muchas veces sentimos que cuando damos perdemos pero no, es una ley que todo lo que damos vuelve por una dirección u otra multiplicado. Eso sí, haz consciente tu dar y mira y escucha la necesidad del otro, escucha tu intuición y nunca pases sobre ti. Cuando tú das desde un corazón abundante el efecto es bien diferente a cuando das desde la carencia o a cambio de algo.

 

  1. Practica el chisme inverso. Sí, en lugar de hablar mal de alguien a sus espaldas habla bien, resalta sus cualidades, lo que aporta, lo que sabe. Recuerda que la crítica negativa destruye. Hablar bonito de otros es honrarnos a nosotros mismos pues como se dice: “Del corazón habla la boca”… o sea que cada quien da lo que tiene.

 

  1. Llena de presencia y poder este momento. Sí, no te ausentes, se necesita de presencia para mirar las oportunidades. La mayor parte del tiempo estamos en el pasado o añorando algo a futuro, y no es que tenga algo negativo planear, sin embargo los cimientos están aquí: aprendiendo amar lo que hay. Lo que hoy vives es lo que necesitas para dar ese salto cuántico que quieres dar. Cuando tú inviertes tiempo y energía consciente en algo y además le pones corazón, el resultado será proporcional a ese enfoque en este preciso momento.

 

  1. Confía en la vida. Cuando te sugiero confiar en la vida me refiero a que no te resistas ante lo que se mueve, ante lo que se va, todo tiene un para qué aunque hoy no alcances a verlo. Sé que pareciera nada sencillo pero la mayor parte del tiempo anhelamos estar bien y para estar bien mucho de lo que hoy nos rodea deberá disolverse y con ello un pedacito de tu viejo yo. Al que le duele es al ego, verás que pasará y el ajuste valdrá la pena, son cambios de piel para alinearnos con nuestro propósito.

 

  1. Observa tu sombra y hazte consciente de tu lado oscuro. Considera que somos luz y sombra, tenemos los dos polos. La envidia, la ira y todo lo que estas emociones densas conllevan es humano, lo más importante es que lo observes, que lo reconozcas y lo transformes. No es el otro, eres tú y lo que sientes. Si sientes algo negativo o incómodo obsérvalo y asúmelo, pues lo que no es asumido no es redimido. Carl Rogers, un gran psicólogo humanista decía: “La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces es que puedo cambiar”.

 

  1. Mucho se habla del hacer y poco del descansar: descansa. El descanso es tan importante como el ejercicio o el comer sano, es una gran oportunidad para que tus células y neuronas se regeneren, para que tu sistema nervioso se relaje y tu cuerpo en general tome fuerzas para lo que sigue. Piensa que a veces hacemos más no haciendo y una manera de evadir tu realidad es hacer, y hacer y hacer. No tienes que hacer tanto para que alguien te quiera (incluido tu jefe), tu valía no radica en tus logros ni el reconocimiento externo, además ni tu paz ni tu salud tienen precio.

 

  1. Regálate 10 respiraciones conscientes al día. Respirar es una manera de habitarte y escuchar lo que necesitas, de calmar tu mente un momento y hacer reseat. Respirar nos da claridad y espacio para tomar decisiones, cambia nuestras ondas cerebrales y nos permite mirar las cosas con ojos frescos. Inténtalo a cualquier hora del día y siente el efecto, verás que es magia pura.

 

Que tu práctica interna sea prioridad para que logres permanecer por más tiempo en estados de contento y gratitud. Siémbrate desde la consciencia y la responsabilidad y seguramente tendrás un gran año.

Con amor

Char

La herida: el lugar por donde entra la luz


GRIETAS

 

A 5 días de que termine este año me parece importante tomar este espacio de presencia y consciencia para mirar todas las luces y las sombras de este año.

Siempre digo que “Tan bajo caes, tan alto subes, tan expansiva nuestra luz como densa nuestra sombra”. Asumo que ha sido un año complicado, un año de pérdidas pero también de restauración total y admito que es la hora en la que me sigo acomodando.

Una de las cosas que este año me ha dado es la práctica de la elección consciente, la entera comprensión de que soy dueña de cada una de mis emociones y que aunque cliché pero real: yo elijo cómo me quiero sentir y que sentirme vulnerable también está bien.

En las redes sociales sólo mostramos nuestra mejor versión, dejamos ver nuestras sonrisas y logros mas no nuestra tristeza ni nuestro llanto, nunca dejamos ver nuestra añoranza y súplica y menos aún cuando caemos de rodillas, pero a todos nos pasa, todos en algún momento nos quedamos sin batería, todos en algún punto necesitamos abrazos, escucha activa, compasión y compañía mientras nos sanamos.

Este año se fue mamá y mi hermana Ros, este año mi gatita tuvo que quedarse en mi antigua casa, vendí mis muebles y me deshice de muchas cosas, este año llegué a habitar un nuevo espacio luego de un segundo asalto a mano armada, este año también cerré círculos de equipo de trabajo y círculos sociales,  como probablemente te darás cuenta hubieron espacios de mucha tristeza, sin embargo, también este año fue de mucho crecimiento, de mucho contacto conmigo, de tocar universos sutiles, de dar saltos cuánticos profesionalmente hablando, de atravesar la cortina de humo que se disfraza de miedo y de evolucionar y ensanchar mi corazón, sin duda un año de engrosar la piel en donde ya no cualquier alfiler se siente y me doy cuenta que entre más rotos estamos más podemos servir a los demás, entre más frágiles y vulnerables más conexión con los otros porque a todos nos habita el dolor y la desesperanza, porque muchas veces somos más humanos de lo que quisiéramos, ¿y por qué no decirlo?… encarnamos una herida a momentos sangrante, pero bien decía Rumi,  el antiguo y místico  poeta sufí: <<La herida es el lugar por donde entra la luz>>.

Tengo la convicción de que la riqueza de los vacíos es que podemos llenarlos de lo que queramos, yo los voy llenando de amigos maravillosos, de letras, de libros, de yoga, de abrazos, de besos, de momentitos, de paisajes, de canciones, de movimiento. A veces no tengo fuerzas o energía para llenar de nada, entonces los lleno de silencios. Dicen los grandes sabios que Dios habita en el silencio, así que entonces lleno de mi vacío de El Todo, de esa fuerza innegable que todo lo habita, de esa que somos parte y lo olvidamos.

Luego de todo quiero compartirte las 10 cosas más relevantes que agradezco este año. Ser agradecidos genera bendiciones y desde ahí nos sembramos de un lugar diferente:

  1. Gracias por tantos amigos (te incluyo), me siento cobijada por el amor que recibo.
  2. Gracias porque pian pianito voy aprendiendo a confiar en la vida, me doy cuenta que lo que voy viviendo es lo necesito justo en este preciso momento para expandirme y evolucionar.
  3. Gracias por mi nuevo espacio, me encanta la zona y puedo salir a caminar feliz por los camellones que las circundan.
  4. Gracias por toda la abundancia que recibo todos los días, desde ese libro que contenía las palabras que necesitaba recordar hasta esa factura pagada por haber puesto mis dones al servicio de los demás.
  5. Gracias por la posibilidad de haber tenido a la mamá que tuve, su herencia fue mi espiritualidad, esa es mi brújula en los momentos oscuridad.
  6. Gracias por el café de las mañanas, es sin duda uno de mis rituales favoritos.
  7. Gracias porque puedo mirar mi sombra y aún así abrazarme. En mi oscuridad está mi olla de oro, y a mayor negrura más posibilidades para brillar.
  8. Gracias por la incomodidad que es justo lo que me invita a moverme y sembrarme distinto.
  9. Gracias a lo que no fue, eso da lugar a lo que por derecho y vibración me corresponde.
  10. Gracias al caos, mi caos sé que me alineará el corazón con la vida, y si además le ponemos una buena dosis de amor y voluntad el orden se apoderará de cada una de mis aristas.

Gracias por leerme, gracias por recibirme, gracias por conectar.

¿Tu año como fue?, ¿tú qué agradeces?…

Un café contigo


photo-1463736932348-4915535cf6f9

Ahora que el año termina, creo que es hora de sentarnos a tomar un café con nosotros mismos y hacer un inventario de todo lo que bonito que conseguimos. Sé que también anduvimos a momentos entre zancadillas, pero yo tengo la teoría de que tan bajo caemos tan alto subimos, a mayor negrura y oscuridad tanta más luz recibiremos.

Te cuento que una de las cosas que más he aprendido este año es a estar presente, vaya tarea, esto de convertirme en mi propia observadora es todo un viaje, el entender que los pensamientos que habitan en mi me pertenecen mas yo no les pertenezco a ellos es liberador, el abrazar lo que hay sin resistir es una tarea fuerte pero es sanadora, finalmente la gran tarea es aprender a confiar en la vida, el entender que hay una coreografía cósmica que debe ocurrir para que las personas estemos donde hay que estar para aprender lo necesario, expandirnos, evolucionar y dar un salto cuántico, y aprender también en medio de esta danza cósmica a bailar y a divertirnos para así fluir desde la gracia es lo que hará la diferencia entre una vida gozosa y el sentir que nada nos alcanza para ser felices aquí y ahora.

En mis casi 38 años he visto ante mis ojos un montón de milagros pasar y yo quiero invitarte a que te reconectes, a que pidas a eso en lo que creas con el nombre que le pongas, a que cierres los ojos y con profundo amor y confianza desde tus anhelos más profundos le pongas voz a tus deseos para que comiencen a existir y lo más importante: ¡no bajes los brazos! Porque cuando trabajamos por algo invariablemente llega, algunas veces no eso que queríamos pero sin duda algo mejor.

Creo que todo lo maravilloso de la vida está en la punta de nuestra nariz, más bien nuestra tareas consiste en derrumbar todas esas barreras y resistencias que nos mantienen a un brazo de distancia de toda la muchosidad que hay para nosotros.

Entre otras de las cosas que me ha gustado tomar de la vida ha sido la magia, el intentar sentir la conexión que tengo con todo lo que me rodea, desde lo más cercano  hasta la luna y los planetas, el mirar la influencia que ejerce la naturaleza en mis estados de ánimo y reacciones me permite vivirme de manera más humilde al mirar mi pequeñez ante tal creación, pero lo más importante es que también me ha llevado a conocerme.

¿Qué más hice este año para que mi vida se transforme?

¡Afirmaciones! Todas las noches escribo 21 afirmaciones, ¿por qué o para qué?… Porque las palabras son símbolos y son la herramienta más potente para romper patrones de pensamiento o ideas recurrentes que no siempre son las más útiles. Recuerda que el camino comienza en lo interno y se emana hacia el exterior. La realidad no está constituida, nosotros la constituimos.

Lo externo es un espejo de lo interno, si algo no te gusta afuera intenta descubrir qué parte tuya interna es la que lo está atrayendo porque finalmente eso ha estado dentro de ti a lo largo de mucho tiempo y puede que la forma en la que se haya materializado no te guste pero sin duda es una gran oportunidad para desactivarlo desde adentro.

Las ideas, las palabras y las emociones son parte de nuestro mundo interno. Dicen los que saben que la realidad (todo eso que está en nuestra vida) se genera desde nuestra mente.

Las palabras  crean, son el timón de lo que vivimos, son las que nos ayudan a entrar en un universo de casualidades y posibilidades, a partir de las palabras ordenamos nuestras ideas y decidimos lo que queremos sentir, es como si nuestro mundo comenzara a armarse teniendo como base todo lo que decimos.

Cada vez que decimos una frase nueva, vaciamos un poquito nuestra mente de nuestras ideas viejas. No sé si te des cuenta que muchas veces queremos una cosa y cotidianamente decimos otra, lo que hace que nuestra realidad permanezca igual o peor, así que a través de las afirmaciones escritas y habladas nos vamos cambiando de lugar y construyendo distinto. Creo que las cosas más naturales son las más sanadoras.

Por ejemplo, algunas afirmaciones que hago cada noche de manera escrita son:

  1. Mi amor por mí misma hace milagros en mi vida.
  2. Mi cuerpo y si ser entero son un canal para la expresión del amor incondicional.
  3. Yo atraigo todo lo bueno y positivo que Dios tiene para mí.
  4. Todo lo que necesito saber se me revela.
  5. Yo acepto el regalo del presente.

Te invito a que lo intentes, muchas de las afirmaciones que hago yo las escribo de acuerdo a lo que deseo trascender en mi o bien cosas que me encantaría manifestar, todas las escribo en presente y muchas de ellas desde el “Yo”: Yo soy, yo atraigo, yo manifiesto, yo acepto, etc.

Te dejo un abrazo infinito, disfruta mucho el resto de la semana, si comienzas a practicar tus afirmaciones no dejes de contarme.

Con Amor

Charis